miércoles, 10 de agosto de 2011

La concepción del hombre en el pueblo hebreo antiguo


Hace poco tuve que realizar un trabajo sobre el concepto hebreo de la muerte. Dentro de mi investigación encontré esta muy interesante opinión de un teólogo católico llamado Juan José Tamayo. A continuación les dejo un extracto de su pensamiento.

“El israelita ama la vida, la acoge favorablemente y ve en ella un don de Dios. La existencia, en lo que tiene de más físico y concreto, de más histórico y terreno, expresa la liberalidad de Dios. La vida es el don más preciado. Por eso, el creyente judío sueña no con escapar lejos de este mundo, sino con prolongar sus días en él. No desea elevarse por encima de las contingencias terrenales refugiándose en una espiritualidad de evasión, sino, más bien, gozar de todos los recursos que le brinda la creación. El israelita considera colmada su suerte cuando ha podido disfrutar de una vida larga y próspera y de una ancianidad prolongada y en paz. Su ideal de vida queda sobradamente satisfecho si llega a una muerte tranquila después de haber conocido a los hijos de sus hijos hasta la tercera y la cuarta generación. Frente a otras concepciones más pesimistas, el judío ve en la vida la gran realidad por excelencia.

La vida no es absurda, no es fruto del azar, tiene sentido por sí misma. En vano buscaríamos en el israelita a un místico que quisiera fundirse espiritualmente con la divinidad aniquilando su yo vital. Muy al contrario: se encuentra con el Dios de los padres a cada paso, en la vida diaria[1]

Como vemos la imagen que los hebreos tenían de la vida y la muerte distaba mucho de la tiene el pueblo griego que ve en la muerte un escape del cuerpo débil, hostil, inferior y pecaminoso. Esta idea no la tiene el pueblo hebreo ya que considera la vida terrena como el mejor regalo de Dios.


[1] Tamayo Acosta Juan José. “Para Comprender la Escatología Cristiana”. EDITORIAL VERBO DIVINO Avda. de Pamplona, 41 31200 ESTELLA (Navarra), 1993.

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