viernes, 1 de enero de 2010

Feliz año 2010


Todos los años nos dejan cosas buenas y no tan buenas. En lo personal puedo señalar que el año que pasó marcó con claridad que debo hacer ajustes en mi vida. Estos ajustes están más orientados al trabajo teológico (entiéndase iglesia, seminario y otros), que profesional educativo. Y no porque no me guste la educación, al contrario, me llena de satisfacciones, sino porque creo que uno también sufre un desgaste natural al desempeñarse por más de 11 años en un mismo lugar como profesional de la educación.

Si me preguntan cuál es mi sueño, les diría continuar trabajando en la educación, pero en una educación orientada a lo teológico o pastoral. Tal vez universitaria. Pero me siento terriblemente agotado del típico "chaqueteo" y "malas vibras" que permanentemente afloran en un mundo tan minúsculo el cual forma parte de muchas personas con sus comentarios inferiores.

Pero doy gracias a Dios por otras tantas personas que son muy positivas, amantes de la naturaleza, sencillas, honestas, cálidas, no arribistas y sin que su fin existencial sea sólo ganar más plata o sobresalir.

Para todos ellos, feliz año 2010. Me siento optimista de lo que nos puede traer el 2010. Ánimo para todos los que miran una puesta de sol y observan el horizonte con amor a todos.